sábado, 23 de agosto de 2014

Bienvenidos a Nueva Concepcion

Nueva Concepcion, Chalatenango

Publicado el 23 Ee Agosto  de 2014a las 5:50


Nueva Concepción es un municipio del departamento de Chalatenango, El Salvador, de acuerdo al censo oficial de 2007, tiene una población de 28,625 habitantes. Está limitado al norte por Metapán y Agua Caliente, al noreste y este por Agua Caliente, al sureste por El Paisnal y Agua Caliente al sur por San Pablo Tacachico y Coatepeque, al suroeste por Santa Ana, al oeste por Texistepeque y Santa Ana, al noroeste por Masahuat y Guachipilín. El área de municipio mide 257.49 kms2 y se encuentra a 325 metros sobre el nivel del mar.


Riegan el municipio los ríos: Metayate, Lempa, El Salitre, Jayuca, San Nicolás Gualchayo, Moja Flores y Paterno. Sus elevaciones orográficas más notables son los cerros: El Peñón, El Pelón, Corral, Falso, La Pepesca, El Colarado, Santiago, Mosquito y Romero. El clima es cálido.


La distribución de los principales asentamientos rurales, incluyendo todos los núcleos cantonales, es la siguiente:
  • En la parte sur de la planicie, en las proximidades del río Lempa, se sitúan los núcleos cantonales de Santa Rosa y Los Chilamates y una serie de caseríos significativos: El Astillero, Las Mercedes, Las Trancas, Hacienda Santa Elena, San Francisco y Arracaos; este último situado sobre la Carretera Longitudinal del Norte en dirección a Amayo. El Distrito de Riego de Atiocoyo Norte se extiende sobre esta zona.
  • La zona interior de la planicie está presidida directamente por la ciudad de La Nueva Concepción.
  • Aguas arriba de la ciudad de La Nueva Concepción, en los puntos donde los ríos Moja Flores, Gualchayo y San Nicolás salen de la montaña y penetran en el gran Valle, están los núcleos cantonales de El Zapote, Sunapa y Potenciana.


  • En la zona montañosa al poniente de la ciudad hay cuatro cantones, entre el río Moja Flores y el cerro Pacho se encuentra el núcleo del cantón Laguna Seca; más al sur, entre el cerro Pacho y el cerro Las Visiones se abre paso la carretera a Texistepeque, dando acceso al importante núcleo del cantón Potrero Sula, a continuación se encuentra el caserío Pañanalapa, junto al río y al área natural protegida que comparten este mismo nombre; la misma ruta a Texistepeque tiene, pasados los dos cerros mencionados, un desvío hacia el sur-poniente que da acceso a los dos cantones del recodo del Lempa: Las Tablas y El Gavilán. En los relieves de esta misma zona singular del cambio de dirección del gran río se encuentran dos áreas naturales de hecho, La Gloria y Las Visiones, que deben establecerse y protegerse como tales.
  • El cantón Santa Rita Cimarrón está en las montañas del extremo norte del municipio y carece de acceso para vehículos motorizados. La trama de carreteras del municipio tiene estructura radial con centro en la ciudad de La Nueva Concepción, de la que salen cinco carreteras principales: Hacia el oriente sale la Carretera Longitudinal del Norte en dirección a Amayo y Chalatenango; desde Amayo, la Troncal del Norte lleva a San Salvador; las otras cuatro carreteras principales que salen de la ciudad son las carreteras a Agua Caliente, a Metapán (tramo nuevo de la Carretera Longitudinal del Norte), a Texistepeque (con conexión a Santa Ana), y a San Pablo Tacachico y San Juan Opico; estás tres últimas implican la construcción de puentes sobre el río Lempa.

HISTORIA DE NUEVA CONCEPCION

Orígenes y etimología


Esta población fue fundada y habitada por indios chortis (mayas) desde siglos muy anteriores a la llegada de los españoles y su jurisdicción quedó incluida en el misterioso país oriental, situado cerca del Güija, llamado Huehuetlapallan, Hueytlató o primitiva Tula en las antiguas crónicas indígenas.


A partir de la segunda mitad del siglo XI formó parte del reino de Payaquí fundado por el anciano monarca Topilzín Acxitl, con base en la población chorti (maya) preestablecida y la población tulteca (nahoa) emigrante. El nombre chorti de esta antiquísima comunidad humana no ha llegado hasta nosotros; pero sí la denominación que le dieron los indios yaquis o pipiles (tultecas): Chicunhuexo. Chicunhuexo, en idioma náhuat, quiere decir: "los siete sauces llorones", pues proviene del toponímico de las raíces chicun, siete, y huexo, uscoy, sauce llorón.


El arzobispo don Pedro Cortés y Larraz lo menciona en 1770 con el nombre de Chincunquetzal, que en idioma náhuat significa "los siete quetzales", de chicun, siete; y quetzal, nombre de un ave sagrada centroamericana de bellísimo plumaje verde resplandeciente. 

Época colonial


En 1550 Chicunhuexo tenía unos 250 habitantes que hablaban el idioma chorti o apayac. Según el alcalde mayor de San Salvador don Manuel de Gálvez Corral, San Pedro Chiconhuexo contaba en 1740 con tan sólo 5 indios tributarios o jefes de familia, es decir, con unos 25 habitantes. En 1770, época de la visita pastoral de monseñor Pedro Cortés y Larraz, el pueblo de Chicunquezal (Chicunhuexo) pertenecía al curato de Texistepeque y su población era de 235 personas repartidas en 47 familias.


"Con motivo de que el pueblo de San Pedro Chicunquezal no puede ser administrado por este Cura -dice Cortés y Larraz-, sin el perjuicio de morir muchos sin Sacramentos por no poderse cruzar el río Lempa mucha parte del año y otros (motivos) que necesariamente han de padecer sus vecinos para poder asistir a misa y conducir sus criaturas para que sean bautizadas, lo separé de esta administración y lo agregué a la parroquia de Tejutla, de cuya cabecera dista cinco leguas, sin el referido embarazo (del paso del río Lempa), aunque no sin el de otro río bastante caudaloso que es el Soyate".


Ingresó en 1786 en el partido de Tejutla. En 1807, según el corregidor intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa, el pueblo de Chicunhuexo era comunidad de "indios y algunos ladinos" dedicados a la siembra de "maíz en corta cantidad y caña dulce".

Sucesos posteriores


Perteneció de 1824 (12 de junio) a 1833 (13 de mayo) al departamento de San Salvador; del 13 de mayo al 21 de octubre 1833 al departamento de Tejutla; de 1833 (21 de octubre) a 1835 (22 de mayo) al departamento de San Salvador; de 1835 (22 de mayo) a 1855 (14 de febrero) al departamento de Cuzcatlán, y a partir de esta fecha al departamento de Chalatenango. En 1851 se estableció la "Feria del Primer Domingo del Año" que,  con posterioridad, fue transferida al 2 de febrero.


Diezmada la población por el cólera morbus en noviembre y diciembre de 1857, los vecinos de Chicunhuexo se pusieron bajo la protección de la Purísima Concepción. Exterminada la epidemia, con los auxilios de brigadas de médicos y enfermeros voluntarios enviados por el gobierno a la zona afectada, se consideró este hecho natural y lógico como un milagro, y los piadosos vecinos de Chicunhuexo dispusieron cambiar el nombre autóctono a su población por el de Nueva Concepción. En 1890 tenía 3,740 habitantes.

Título de Villa y Ciudad


Durante la administración del general Carlos Ezeta y por Decreto Legislativo de 10 de abril de 1894, se incorporaron en jurisdicción del pueblo de Nueva Concepción los valles de Matazano, Apanta y Guachipilín (hoy Santa Rosa Guachipilín ), que se segregaron del municipio de Metapán; pero tal disposición fue derogada años más tarde.


Siendo Presidente de la República el general don Fernando Figueroa, la Asamblea Nacional Legislativa otorgó el título de villa al pueblo de Nueva Concepción, por decreto de 13 de marzo de 1907. Por Ley de 12 de mayo de 1921, emitida por la Asamblea Nacional Legislativa durante la administración de don Jorge Meléndez, se otorgó el título de ciudad a la villa de Nueva Concepción.


En la actualidad Nueva Concepción es una ciudad de gran auge comercial, su calle de acceso tiene muy buenas condiciones, en su zona urbana posee calles adoquinadas, pavimentadas y de cemento, hacia la zona rural son calles de tierra; en el centro de la ciudad se encuentra un bonito parque rodeado de casas con portales.


Su Parroquia, frente al parque, posee bellos vitrales y una bonita historia, celebran sus fiestas patronales del 30 de noviembre al 8 de diciembre en honor a la Inmaculada Concepción de María, del 25 de enero al 2 de febrero en honor a la Virgen de Candelaria y ofrecen otra fiesta en honor a la Virgen del Rosario el 7 de octubre en la otra Iglesia Parroquial que lleva su nombre.

Parroquia Virgen del Rosario, arriba su fachada, abajo su altar

Como turismo Nueva Concepción le ofrece diferentes opciones, entre ellas el Turicentro Municipal El Splash, que cuenta con piscinas y áreas para relajarse; el Parque Río Lempa, un parque privado que funciona desde 2004 y combina el ambiente campirano con la cercanía con el Río Lempa; Turicentro Los Olivos, Parque El Vado, Museo Acomunga, las cascadas de El Chorrón Nisperal y El Barranco Sitio de Las Flores.


Según la historia de la Parroquia de Nueva Concepción, fue el Fray Juan Carlos Morello quien decidió en 1966 demoler la Iglesia Centenaria porque ya estaba deteriorada debido al paso del tiempo, era de estilo colonial hecha de adobe. El esfuerzo se prolongaría 33 años.


Fray Juan Carlos Morello nació en Venecia, Italia el 6 de agosto de 1828, fue ordenado sacerdote  el 21 de junio de 1953; llegó a El Salvador el 2 de octubre de 1954 y a Nueva Concepción el 1 de diciembre de 1960; dentro de sus obras se encuentra el Templo Parroquial actual que fue consagrado el 21  de junio de 2001, su lema recordado en un mural de la Iglesia en su honor es "Un granito no llena un granero, pero si ayuda a su compañero"; entregó su alma a Dios el 29 de abril de 2009.

Fray Juan Carlos Morello

La construcción de la Parroquia es conocida como el “Milagro del centavo”, porque se realizó de una forma poco habitual, debido a que no existían los recursos necesarios para comenzar una obra nueva. Fue entonces cuando inició el milagro; Fray Morello decidió solucionar el problema, estableciendo que cada una de las personas que asistiera a la iglesia, colaboraría con una aportación diaria de un centavo, que al mes sumaba 30 centavos de colón.


El 13 de enero de 1966, como una obra de fe, colocaron la primera piedra sin saber cuánto duraría la construcción y si lograrían verla renovada. En un inicio la obra fue encargada al arquitecto Augusto Baratta, esposo de la investigadora folclórica María de Baratta, pero él murió y la obra quedó a cargo de su hijo, el ingeniero Mario Augusto Baratta.


En la construcción participaron albañiles contratados, colaboradores y voluntarios quienes retomaron un estilo arquitectónico Románico. Así se sustituyeron los techos de madera por sistemas de bóveda de piedra. Las instalaciones fueron pintadas por dentro color salmón, brindando una sensación de amplitud y luz. Durante 33 años, los feligreses colaboraron fielmente con un centavo diario para ver una iglesia completamente renovada. Finalmente, el 31 de diciembre de 1999, el milagro se realizó, ya que con lo recaudado se pudo llevar a feliz término la obra, que tiene 12 metros de diámetro y siete metros de altura en la nave central. Hasta la fecha, luce un vitral azulado, con una imagen de Jesucristo. El vitral fue hecho en El Salvador con materiales importados de Italia y Alemania.


Visite esta bella ciudad llena de mucha historia y muchos lugares que usted debe conocer, otra ciudad de la zona norte de El Salvador que espera su visita en sus diferentes fiestas y tradiciones.

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